Intervención con Moldes Mentales.
«Cuando la inspiración no me encuentra, hago medio camino para encontrarla» – Sigmund Freud
¿Qué son los Moldes Mentales? Los moldes mentales son patrones formados a través de la práctica de unas estrategias, que utiliza nuestra mente para interpretar la realidad. Estos patrones o moldes determinan nuestras teorías, nuestras emociones, nuestros sentimientos y nuestros actos, actuando como una especie de lentes por las cuales vemos la realidad y a nosotros mismos. Son como marcos o estructuras mentales que nos ayudan a organizar y dar sentido a la información entrante. Las distintas investigaciones están demostrando cómo estos moldes predicen en alto grado la adaptación, el bienestar subjetivo, el rendimiento y la eficacia académica y deportiva.
¿Alguna vez te has preguntado por qué interpretamos la realidad de cierta manera o por qué tenemos ciertos sesgos en nuestra forma de pensar? Los moldes mentales tienen mucho que ver con eso. Son patrones o estructuras cognitivas que influyen en cómo procesamos la información, cómo interpretamos nuestro entorno y cómo damos sentido a nuestra experiencia.
Los moldes mentales se forman a lo largo de nuestras vidas a través de la experiencia, la educación, la cultura y otros factores. Desde temprana edad, comenzamos a desarrollar moldes mentales basados en nuestras experiencias y el entorno en el que crecemos. Por ejemplo, aprendemos sobre las normas culturales, las creencias de nuestros padres y otros adultos significativos, y las experiencias que tenemos en la escuela y la comunidad.
Una vez que los moldes mentales se forman, tienden a influir en cómo percibimos y procesamos la información en el futuro. Nos ayudan a hacer suposiciones, categorizar información y simplificar la complejidad del mundo que nos rodea. Sin embargo, también pueden llevarnos a interpretaciones sesgadas, estereotipos y errores de percepción.
En Henko tenemos un programa para la mejora de la eficacia y el rendimiento basado en los moldes de la mente, se ha visto que lo que realmente diferencia a las personas de alto, medio y bajo rendimiento es el modo de enfocar la realidad. Las personas con bajo rendimiento se caracterizan por poseer moldes más inoperantes, no realistas, negativistas, de desconexión de la realidad que resulta problemática y de no encaje emocional. Las de alto rendimiento se caracterizan por poseer moldes más operativos, realistas, positivos, de afrontamiento de la realidad problemática, de encaje emocional y de capacidad optimizadora de las posibilidades. Y las que obtienen un rendimiento medio se caracterizan por poseer moldes más operativos, realistas y positivos que los de bajo rendimiento, pero con moldes de mayor desconexión de la realidad, así como con mayor falta de autoconfianza, encaje emocional y capacidad optimizadora, en comparación con los de alto rendimiento.
Si eres deportista de alto rendimiento y tienes que prepararte para las competiciones, una persona que se está preparando una oposición a la que le cuesta gestionarse y siente que no está rindiendo o siendo todo lo eficaz que podría ser, o si simplemente eres alguien que quiere un cambio personal para mejorar su autorregulación en la consecución de sus objetivos vitales, el programa de intervención en la mejora de la eficacia y el rendimiento basado en moldes mentales puede ser una buena opción.